El canino inferior posee un sistema de conductos con una gran amplitud en sentido vestibulo-lingual. Aunque radiográficamente pueda parecer un único conducto sencillo, no debemos olvidar que su forma real es acintada, y una necrosis pulpar puede originar un pérdida ósea rápida y de grandes dimensiones. Éste es uno de esos casos.
Lo más importante aquí es dedicarle el tiempo necesario a la irrigación, para conseguir acceder a toda la extensión del complejo pulpar y a posibles accidentes anatómicos laterales. Al realizar la obturación comprobamos la existencia de un amplio conducto al final del tercio medio. La completa resolución de la lesión 10 meses después nos indica que nuestro tratamiento endodóntico, realizado en una sola sesión, ha sido satisfactorio.